domingo, 29 de mayo de 2011

Una noche como nunca

Aparté de mi memoria aquel día en el que lo perdí.
Estaba en la playa con una gran amiga mia, y las dos sentadas en el poyete de detrás del piso hablabamos
sobre temas sin mucho sentido. Llegó aquel muchacho por el que mi amiga estaba realmente pillada y les dejé
ir, pensando que a mí también me vendria bien pasear y quedarme un tiempo sola con mis pensamientos.
Sentada todavía en la sombra, respiré profundo y noté un aroma que no debería de estar entre las demás partículas de aire, ese olor, que extraño. Al sentir un profundo dolor en el pecho decidí que era mejor irme de aquel lugar y di la vuelta rodeando el piso, y me senté en otro poyete. Desde ahí habría unos pocos pasos para llegar a la orilla. Respiré nuevamente profundo y esta vez noté el olor a mar más fuerte, diferentes esencias mezcladas: humedad, agua, sal... Cerré los ojos y entonces noté una presencia la cual me resultaba conocida a mi lado sentada, con las piernas rozándose con las mías y de igual forma estiradas. Abrí los ojos y miré aquellos zapatos, aquellas convers con frases escritas y dibujos de corazones y parejas con rotulador permanente negro. No podia moverme, me sentia paralizada y con unos ojos que estaban posados en mi, sentia aquella mirada de ojos verdes, esperando a que yo reaccionase y le mirase a la cara. Aquello no podia ser, estaba segura que aquel aroma, aquella presión que se ejercia sobre mi con una sola mirada, aquellas zapatillas dibujadas.. solo podia ser una persona. Pero ¿cómo iba a ser el?, lo había perdido hacía unos cuantos de meses, tantos dias llorando al recordar que nunca mas le iba a poder a ver, ni fui a su funeral... Éra una mezcla de sentimientos entre alegría, miedo, dolor, euforia, curiosidad...
Me agarró la mano y la apretó, le sentia allí conmigo, no podia ser mas real aquello y a la vez tan surrealista. 
Lentamente subi la mirada pasando por todo su cuerpo y, llegé a su cara, ¡ era el ! Aquello era imposible, era un sueño tenia que serlo, cada vez le veia menos porque las lagrimas nublaban mi vista y entonces me abalancé sobre él. Mi vida entera se encontraba allí, a mi lado, abrazándome, aquello estaba tan fuera de lo normal que no queria ni pensar, solo queria sentir. Sentir que estaba allí conmigo, sentir que podía abrazarle como antes, sentir su cuerpo contra el mio, aferrarme a el para no separarme nunca mas. Y entonces, me miró y me besó, fundió sus labios con los mios y yo, lloré aún mas de lo que ya lo estaba haciendo. Pasé toda la tarde junto a el, casi sin pronunciar palabra, tenia bastante con sentirlo junto a mi y poder verlo. Al final de la tarde le dije que no me dejara nunca mas, que me queria quedar con el para siempre. Haría lo que fuera por no volverlo a perder y entonces sonrió y, me volvió a besar. Nos tumbamos en la arena y poco a poco no solo nuestros labios se fundian en uno, sino que nuestro cuerpo entero formó una sola alma. Lo último que recuerdo de aquel día es, a nosotros jugando en la orilla, con el agua salpicándonos y abrazándonos como siempre había deseado desde el ultimo dia en que lo vi y perdí. Creo que mi alma se fue con la suya por que con él era el unico lugar en el que yo deseaba estar, y así fue, hasta que abrí los ojos y me di cuenta que todo aquello fue un simple sueño, uno de aquellos en los que te hubiera gustado quedarte toda la vida.

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